
La apendicitis consiste en la inflamación del apéndice, que es una prolongación del ciego, situado al inicio del intestino grueso en la parte inferior derecha del abdomen.
El síntoma más importante es el dolor abdominal, producido por la distensión apendicular, al principio poco intenso y mal localizado. Posteriormente, tras varias horas, cuando el peritoneo ya se inflama, el dolor se localiza en la fosa ilíaca derecha, de forma continua, de mayor intensidad y que se agrava con los movimientos o con la presión de la pared abdominal. La localización del dolor dependerá de la situación del ciego y la disposición del apéndice en éste. Por ello, a veces, es difícil de explorar y puede llevar a confusión en su reconocimiento.
Además del dolor abdominal, es característica la existencia de anorexia total (ausencia de apetito) y en el 78-80% de los casos aparecen náuseas y vómitos en estas primeras horas, aunque siempre posteriores al inicio del dolor.
El estado general del paciente suele ser bueno, aunque en fases avanzadas puede deteriorarse. La persona afectada busca estar quieta, evitando movimientos innecesarios por el dolor que le genera, y a las 4-5 horas desarrolla un proceso de febrícula (entre 37’5 y 38º).
El tratamiento debe ser quirúrgico y lo más urgente posible. Es preferible extirpar un apéndice sospechoso, aunque luego sea normal, que esperar y que se complique la situación con una peritonitis.