
El senderismo es una actividad deportiva sencilla y al alcance de todos. Consiste en recorrer un itinerario que transcurre por caminos o pistas, y que buscando los pasos más adecuados, por valles, collados, cordales, etc…, se puedan visitar lugares considerados de interés paisajístico, cultural, turístico e histórico. En la actualidad, se distinguen cuatro tipos de senderos que son señalizados en rocas o árboles:
- Senderos de Gran Recorrido (GR): su distancia es superior a los 50 km. Y su señalización es blanca y roja.
- Senderos de Pequeño Recorrido (PR): su distancia es entre 10 y 50 km. y su señalización es blanca amarilla.
- Senderos Locales (SL): su distancia no supera los 10 Km. y su señalización es blanca y verde.
- Senderos Urbanos (SU): circunscritos a un ámbito urbano y su señalización es blanca y roja.
El senderismo no es un deporte extremo ni exige una preparación física excesiva, pero sí requiere de una técnica superior a la del mero caminar. Se recomienda practicarlo siempre acompañado, así como no olvidar: llevarnos el teléfono móvil y dejar señalado a algún familiar o amigo adónde nos dirigimos. Es preferible evitar las zonas de zarzas, arbustos espesos y matorrales. Si nos desorientamos y no encontramos la siguiente marca en una roca o árbol, tengamos en cuenta los puntos cardinales: el Sol sale por el Este, se pone por el Oeste y está al Sur. Los musgos de los árboles proporcionan otra pista: indican el Norte. Si cae la niebla, una de las más peligrosas dificultades que presenta la montaña, hay que descender hasta buscar un río y seguirlo, pues siempre nos llevará a una población. Si nos sorprende una tormenta eléctrica, debemos: evitar los lugares altos, deshacernos de los objetos de metal y buscar un descampado que nos aleje de los árboles.
Practicar actividades placenteras, como es este deporte, está íntimamente relacionado con un estado de ánimo favorable. El senderismo, además se presenta como una actividad relajante, debido al medio donde habitualmente se desarrolla, ya que se combina el contacto directo con la naturaleza y el ocio. Asimismo, como deporte, es un medio para aumentar la autoestima; pues, una vez se van alcanzando pequeños objetivos como, por ejemplo, realizar una ruta de determinada dificultad, la persona se siente exitosa y motivada para practicar la actividad de nuevo. En definitiva, el senderismo es una forma amena de unir deporte, naturaleza y cultura, y que incluye, además, sensaciones de autosuficiencia, control y competencia.
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