
Está más que demostrado que el deporte y el ejercicio físico tienen un impacto positivo en nuestra salud y bienestar, pero el deportista no siempre es consciente de todo lo que se mueve y se puede llegar a desarrollar durante la práctica.
¿Imaginas poder disfrutar del entrenamiento y a la vez mejorar la relación con tu cuerpo, tu rendimiento y tu capacidad para responder ante situaciones de estrés? Pues esto es posible a través de la práctica de Mindfulness.
¿Qué es Mindfulness?
Mindfulness significa atención y conciencia plena y hace referencia a la capacidad de vivir en el momento presente, atendiendo a los pensamientos, emociones y sensaciones que nos genera la situación que estamos viviendo.
¿En qué consiste la práctica de Mindfulness?
Podemos encontrar varias similitudes entre el Mindfulness y el deporte: ambos son experienciales, el cuerpo y la concentración juegan un papel esencial y requieren entrenamiento.
Practicar Mindfulness es sencillo, lo complicado es mantener el compromiso con la práctica, ya que el frenético ritmo de vida actual y la cantidad de estímulos externos que recibimos constantemente nos llevan cada vez más a la dispersión de la atención y hacen que el silencio, la observación y la conexión con uno mismo se conviertan en algo contraintuitivo.
El Mindfulness puede practicarse a dos niveles.
Por una parte, la práctica formal enfocada en la observación y toma de conciencia de 3 pilares:
- Postura: se desarrolla la conciencia corporal a través de prácticas como el body scan. Esta mayor conexión con el cuerpo ayuda, entre otras muchas cosas, a escucharlo, saber qué necesita en cada momento y así poder prevenir lesiones.
- Respiración: como punto de anclaje al momento presente, al aquí y al ahora, permitiendo una mejor gestión de las emociones, del estrés y la ansiedad, por ejemplo, a la hora de competir.
- Actitud: la amabilidad y la compasión hacia uno mismo y hacia los demás, la confianza, la aceptación, el no-juicio y la mirada de principiante, son actitudes Mindfulness que fomentan el disfrute, la superación y el juego limpio.
Por otra parte, la práctica informal del Mindfulness consiste en practicar deporte y realizar cualquier actividad diaria con conciencia plena, aplicando los 3 pilares básicos de la práctica formal.
¿Qué le puede aportar el Mindfulness al deportista?
El deporte es movimiento y el movimiento es emoción. El deportista que es consciente de sus emociones, sensaciones, patrones de pensamiento y de actuación, tiene un mayor autoconocimiento y capacidad de autogestión, pudiendo responder de manera más favorable ante las situaciones que se le presentan, en lugar de reaccionar de forma automática.
¿Qué beneficios tiene la práctica de Mindfulness?
- Mejora el nivel de atención: lo que se traduce en una mayor concentración, factor necesario en la práctica deportiva y la competición.
- Reduce la ansiedad y el estrés: la atención enfocada en el momento presente y el trabajo con la respiración permiten regular los niveles de estrés y ansiedad, además de mejorar la capacidad de dar respuestas adaptativas.
- Regula las emociones: reconocer las emociones y aprender a gestionarlas ayuda a recolocarse y a afrontar el éxito, la derrota, o la frustración con mayor serenidad y calma.
- Mejora el rendimiento: saber discernir y enfocarse en lo importante de cada momento evita la dispersión y la pérdida de energía, lo que se traduce en una mayor resistencia basada en la aceptación de los hechos y en la toma consciente de decisiones.
- Reducción de lesiones: al desarrollar una mayor conciencia corporal, el deportista es capaz de escuchar su cuerpo y darse cuenta de si está sobrepasando sus límites o haciendo un sobreesfuerzo, y así poder corregir su postura y su actitud antes de que se genere una lesión.
En conclusión, practicar Mindfulness permite disfrutar de una práctica deportiva más consciente y plena.
D.ª Mª Teresa Mateo Ferrández
Terapeuta Transpersonal y Especialista en Educación Mindfulness en Sanysa