
El sistema inmunológico es la barrera de defensa natural del organismo ante tóxicos externos, ya sean de carácter inorgánico (metales pesados, químicos, tóxicos…) u orgánico (venenos naturales, toxinas, virus, bacterias y otros microorganismos).
Además, está relacionado con otros sistemas corporales, como el respiratorio, el digestivo y el sistema nervioso.
Nuestros hábitos son la principal causa de los cambios en la salud. En este sentido, se debe potenciar el buen descanso, la práctica de deporte, la higiene personal, el correcto manejo de las emociones y la alimentación para sentirse bien inmunológicamente, es decir, tener equilibrio y bienestar en todo el organismo.
¿Pero por qué es importante protegerlo? No solo evita contraer infecciones; también posibilita que el cuerpo distinga entre microorganismos beneficiosos o perjudiciales. Cuando esta función se pierde, se corre el riesgo de que el sistema inmune ataque al propio cuerpo y se genere una enfermedad autoinmune.
Alimentación para mejorar el sistema inmune
El primer paso es evitar alimentos perjudiciales y con pocos nutrientes, como el alcohol o los ultraprocesados, ya que generan niveles altos de inflamación crónica y glucemias. Para ello, base su dieta en alimentos naturales o con bajo procesamiento, los llamados realfood.
En caso de tener intolerancias, como a los lácteos, sensibilidad al gluten, o a otro alimento conocido, se deben retirar de la dieta de manera estricta para evitar posibles daños en el intestino y no perjudicar la flora intestinal.
Como consecuencia, hay que priorizar más que nunca los vegetales, especialmente si están crudos, pues están cargados de vitaminas, minerales y, sobre todo, antioxidantes capaces de mejorar y depurar el entorno celular del cuerpo. Una manera de incluirlos en la dieta es por medio de ensaladas.
Además, se deben escoger alimentos ricos en vitamina C, como la naranja, el pimiento, el kiwi, la fresa, la grosella o el zumo de limón casero, ya que ayudan al crecimiento y a la reparación de tejidos, elementos fundamentales para cuidar de nuestro organismo.
Tips avanzados
¿Ya hace todo lo anterior y no se siente del todo bien a nivel inmune? Pruebe lo siguiente:
Preste atención a los probióticos y prebióticos, ya que mejoran el sistema digestivo y la microbiota que habita en nuestro cuerpo. Estos se encuentran en los alimentos fermentados, como el kéfir o la kombucha, y protegen la flora intestinal, limpian el hígado y aportan antioxidantes a todo el organismo.
Como prebióticos de lujo, además de vegetales y frutas variadas, se puede añadir a la dieta el almidón resistente de patata recalentada, las setas y los champiñones. Las nueces de Brasil son también muy ricas en selenio, un mineral fundamental.
¿Y los suplementos?
En caso de ser una persona de edad avanzada o con problemas de debilidad, además de todo lo anterior se puede complementar la dieta con los siguientes suplementos:
- Zinc.
- N-acetil-cisteína.
- Vitamina C.
- Vitamina D3.
- Selenio.
Para saber más sobre probióticos, prebióticos, suplementos, y cómo incluirlos en su dieta puede contactar con un nutricionista que le asesore y le indique cómo empezar, es una de las mejores inversiones que puede hacer en su vida.
Enrique de Gomar
Licenciado en Ciencias del Deporte y Grado en Nutrición Humana
Especialista en nutrición deportiva y nutrición clínica
Centro Simply Health