
Concepto
La angina se define como el dolor, opresión o malestar torácico, atribuible a la falta de riego transitorio del músculo cardíaco (isquemia miocárdica transitoria).
Causas
El mecanismo que provoca la isquemia no es siempre el mismo. Con frecuencia se trata de un aumento de las necesidades de oxígeno, provocado por los cambios en la presión arterial y la frecuencia cardíaca (ejercicio físico y emociones) en un paciente con lesiones ateroescleróticas coronarias (depósito de placas de colesterol en las arterias coronarias). En otras ocasiones el dolor sobreviene sin causa aparente (reducción espontánea del aporte de oxígeno) como ocurre en la mayoría de los síndromes coronarios agudos.
Cuadro clínico
Ante un cuadro de sospecha de angina, lo fundamental es el interrogatorio del dolor.
Las características del dolor coronario son: tipo, localización, irradiación, duración, factores desencadenantes, circunstancias que lo alivian.
Suele ser dolor opresivo, un peso o malestar localizado en la región por detrás del esternón o en la cara anterior del tórax e irradiado a los brazos, cuello o mandíbula.
Suele iniciarse de forma gradual y alcanza pronto su máxima intensidad. Desaparece también de forma paulatina en 1 a 10 minutos.
En la angina de esfuerzo clásica los síntomas presentan una clara relación con el ejercicio físico, en especial si se realiza después de comidas o en un ambiente frío. Las emociones pueden también desencadenar la crisis.
Las circunstancias en que aparece el dolor anginoso indican en líneas generales el mecanismo que lo provoca y, a su vez, el conocimiento de éste permite individualizar el tratamiento.
Tipos
La angina de esfuerzo es provocada por la actividad física o por otras situaciones que implican un aumento de la demanda de oxígeno del músculo cardíaco. Suele ser breve y desaparecer al interrumpir el ejercicio o con la administración de nitroglicerina que es un potente vasodilatador. Se denomina inicial si su antigüedad es inferior a un mes; progresiva, si ha empeorado durante el último mes en cuanto frecuencia, intensidad, duración o nivel de esfuerzo en que aparece; y estable, si sus características y la capacidad funcional del paciente no se han modificado en el último mes.
La angina de reposo se produce de manera espontánea, sin relación aparente con los cambios en el consumo de oxígeno del miocardio (músculo cardíaco). Su duración es variable, aunque en un 75% de los casos los episodios son prolongados (más de 20 minutos).
La angina inicial, la progresiva y la de reposo, son formas de evolución imprevisible y pronóstico variable, por lo que se agrupan bajo la denominación de síndrome coronario agudo y su tratamiento difiere en forma considerable del de la angina de esfuerzo estable.
Dr. Juan Antonio Andreo Ramírez – Director Médico de ASSSA
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