
“Doctora, necesito ayuda. Creo que tengo TOC porque soy muy maniático, perfeccionista, pongo los libros ordenados alfabéticamente y no soporto las puertas de los armarios abiertas”. Si usted se ve reflejado en alguna de estas palabras, puede sentirse aliviado porque seguramente no tendrá un TOC (Trastorno Obsesivo Compulsivo).
El TOC es una de las cinco enfermedades mentales más frecuentes, aunque solo afecta al 1% de la población. Se engloba dentro de los trastornos de ansiedad y suele debutar en dos etapas de la vida: en la adolescencia o en la etapa adulta joven.
Consiste en presentar obsesiones que generan un nivel elevado de angustia y la necesidad de luchar contra ellas, haciendo que aparezca la compulsión. La gravedad varía en función de cuánto repercute en la persona y suele empeorar en situaciones de estrés. El ciclo obsesión-compulsión suele alargarse mucho tiempo, hasta el punto de que se dejan de hacer actividades importantes, produciendo, por tanto, un impacto en el funcionamiento habitual de la persona.
Obsesiones
Son pensamientos o imágenes que se repiten continuamente de manera involuntaria e irracional y provocan miedo, angustia y ansiedad. Los pacientes suelen describirlo como “un pensamiento que alguien inserta dentro de la cabeza”. Los más frecuentes son:
- Miedo a la contaminación o suciedad. Por ejemplo, contaminarse por tocar objetos que han tocado otros.
- Dudas y dificultad para tolerar la incertidumbre (¿he cerrado la puerta?, ¿he apagado el gas?).
- Necesidad extrema de tener las cosas ordenadas y simétricas.
- Miedo a perder el control y a hacerse daño a uno mismo o a terceras personas. Por ejemplo, adelantar a un ciclista con el coche y pensar que le hemos atropellado.
- Pensamientos sexuales no deseados,
Compulsiones
Son las conductas repetitivas que surgen para intentar neutralizar el sufrimiento provocado por las obsesiones. En muchas ocasiones aparece el pensamiento mágico asociado a la compulsión: “si no hago esto puede suceder algo malo”. En cualquier caso, las compulsiones no traen ningún tipo de placer y solo generan un alivio temporal. Las más frecuentes son:
- Limpiar y lavar, como lavarse las manos en exceso hasta hacerse lesiones.
- Comprobación: revisar insistente y repetidamente que hemos hecho una tarea.
- Orden: colocar objetos en un orden determinado.
- Repetir un número determinado de veces palabras, frases o actos.
- Recuento: contar siguiendo patrones.
Tratamiento
Lo primero que hay que hacer es acudir a un especialista para que le dé un diagnóstico y un seguimiento de la enfermedad. Lo que ha demostrado mejores resultados es la terapia cognitiva-conductual asociada, o no, a tratamiento farmacológico según el nivel de gravedad y afectación.
Entre los tratamientos farmacológicos utilizados, y siempre bajo la prescripción del especialista, son comunes los antidepresivos en dosis habitualmente mayores que para otros trastornos. Con frecuencia, hasta que dicho tratamiento empieza a funcionar, o para optimizar su efecto, se puede combinar con ansiolíticos. Con el tratamiento adecuado, el TOC se puede curar y conseguir tener un mejor nivel de vida y un día a día lleno de bienestar.
Dra. Patricia Herbera
Especialista en Psiquiatría
Hospital Universitario San Juan de Alicante