
El ictus o accidente cerebrovascular (ACV) ocurre cuando hay sangrado en el cerebro por la rotura de un vaso (ictus hemorrágico) o un bloqueo en el suministro de flujo sanguíneo (ictus isquémico). Si las neuronas cerebrales no reciben el oxígeno ni los nutrientes esenciales, empiezan a morir a los pocos minutos.
Señales de ictus
Debemos someter a la persona a diferentes pruebas:
- Sonrisa: que intente sonreír y ver si hay asimetrías en la cara, labios, párpados…
- Habla: que intente decir algo con coherencia.
- Levantamiento de brazos: ver si puede, tiene dificultades o alguno no responde.
Pautas de primeros auxilios
El ictus es una situación de emergencia, por lo que hay que actuar como tal:
- Protegerlo, aislarlo y asegurarse de que esté en un ambiente tranquilo.
- Alertar a los servicios de emergencia (112).
- No darle bebida ni alimentos.
- No forzarle a moverse.
- Socorrer:
- Si tiene convulsiones, protegerlo para que no se haga daño: colóquelo en el suelo con la cabeza sobre algo acolchado, afloje la ropa apretada, no lo sujete ni meta nada en su boca.
- Si respira, colocarlo en posición lateral de seguridad.
- Si no respira ni tiene pulso, realizar la RCP (reanimación cardiopulmonar):
- Manos en frente y mentón, y extendemos la cabeza hacia atrás. Pinzar con los dedos índice y pulgar la nariz. Sellar su boca con la nuestra. Insuflar aire durante aproximadamente 1 segundo, 5 veces, y dejar que después se vacíen los pulmones soltando la pinza nasal.
- 30 compresiones a un ritmo de 110 por minuto con las manos entrelazadas sobre el centro del pecho (en la parte final del esternón).
- Después de hacer el primer ciclo, se harán siempre 2 ventilaciones y 30 compresiones.
La rapidez de actuación va a condicionar el pronóstico y la evolución del paciente. Por ello, es necesario estar pendiente de la víctima hasta que sea atendido por los servicios médicos de urgencia y trasladado al hospital.