
Cada persona tira a la basura más de 25 kilos de comida al año. El motivo es, según la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios), el desconocimiento que existe sobre cómo conservar correctamente los alimentos.
Saber cómo debemos guardarlos y consumirlos nos previene de intoxicaciones, beneficia al medio ambiente y nos permite ahorrar dinero. Por ello, le damos algunas claves.
Nevera ordenada
¿Sabe dónde poner cada alimento en la nevera?, ¿sabía que cada producto tiene un lugar diferente? La razón es la distribución del frío.
- Baldas superiores y puerta: bebidas, salsas, leche o huevos, ya que necesitan menos frío.
- Baldas intermedias: productos lácteos (yogures, queso) y embutidos.
- Baldas inferiores: productos frescos (carne y pescado).
- Cajones: frutas y verduras, puesto que así se evita contaminación con otros alimentos.
Cuanto más tiempo esté la nevera abierta, más subirá la temperatura, perjudicando la conservación.
Correcto almacenamiento
Debemos seguir un almacenamiento adecuado para conservar bien los alimentos y no estropearlos. Algunas recomendaciones son:
- Prestar atención a la fecha de consumo preferente (que hace referencia a la calidad del alimento) o fecha de caducidad.
- Refrigerar o congelar inmediatamente los alimentos perecederos. Se deben colocar los alimentos que requieren refrigeración tan pronto como lleguen a casa para no romper la cadena de frío.
- Congelar los alimentos lo más frescos posibles.
- Nunca recongelar. En el caso de que los alimentos congelados se hayan cocinado, sí que se pueden volver a congelar en este nuevo estado.
- No dejar más de 2 horas a temperatura ambiente alimentos ya cocinados.
- Consumir las sobras en un plazo de 2-3 días.
- No llenar demasiado los estantes de la nevera para dejar que circule el aire y los productos se refrigeren por todos sus lados.
- Respetar las instrucciones del etiquetado. Muchos alimentos, como salsas, deben mantenerse fríos o bajo unas condiciones concretas.
- Mantener la temperatura de la nevera por debajo de 5ºC y el congelador a -18ºC.
- Guardar la carne cruda y el pescado en envases sellados para que no propaguen microbios a otros alimentos.
- Lavar las frutas y verduras con agua antes de guardarlas a ser posible en envases distintos y cerrados, y estar atentos a si empiezan a descomponerse para desecharlos y que no contaminen al resto.
- Fechar los alimentos que se vayan a congelar durante un largo tiempo.
Además, es fundamental seguir prácticas de higiene como lavarse las manos antes y después de manipular los alimentos, tener limpias las superficies, y separar los alimentos crudos de los que están listos para el consumo.