
Una de las patologías o enfermedades más frecuentes en los meses de verano son las inflamaciones y las infecciones del oído, tanto como consecuencia de los baños como de la exposición a corrientes de aire, viento.. (campo, motos, bicicletas…).
A continuación, uno de los ORL (otorrinolaringólogo) más destacados de nuestra comunidad y colaborador muy especial de nuestros servicios médicos expondrá unos concisos conceptos sobre el aparato auditivo y el daño acústico originado para que podamos comprender la importancia y localización de la patología o afección.
Una otitis puede definirse como una inflamación de una parte o de todo el oído a causa de una infección, traumatismo o herida.
Comenzaremos por describir nuestro campo de actuación: el aparato auditivo. El oído o aparato auditivo se divide en tres partes: el oído externo (oreja y conducto auditivo), el oído medio (desde el tímpano hasta el nervio coclear o caracol) el oído interno (el caracol y el nervio acústico).
Otitis Externas
La otitis externa es una infección del oído externo y puede producirse por diversas causas, aunque la más frecuente está relacionada con la entrada de agua contaminada en el tejido. El verano, con los baños en piscina, es la época del año en que más e presenta esta patología.
Se caracteriza por dolor, a veces intenso y con mal a respuesta a los tratamientos, inflamación del conducto auditivo externo, llegando a veces casi a cerrarlo.
Su tratamiento consiste en evitar la entrada de agua, limpiar el oído externo muy a fondo y administrar antinflamatorios y, en ocasiones, unas gotas óticas.
Lo mejor es prevenir, evitando la entrada de agua en los oídos e intentar mantener el oído seco y sin cerumen o cualquier otra suciedad. Llegados a este punto, quiero decir que los tapones de oído no sirven como prevención, ya que no soportan la presión del agua al darse un chapuzón: sólo sirven para evitar que entren las salpicaduras.
Otitis Medias
La otitis media consiste en un cuadro de dolor, ensordecimiento, febrícula y/o fiebre, a menudo acompañada de un cuadro catarral. Es común que se presente en época de catarros y cuadros de vías superiores, con posterioridad a los mismos o en la fase precedente.
Generalmente cursa con dolor durante 1 o 2 días y en ocasiones se presenta con supuración o efusión de moco-pus por el conducto auditivo. Su tratamiento suele ser sintomático; antinflamatorios, antipiréticos y, llegando el caso, antibióticos.
La secuencia más frecuente es: dolor, supuración y sordera, generalmente reversible. EL proceso dura de 5 a 7 días, aunque la sordera puede prolongarse algo más. En cuadro más complicados puede haber otros síntomas o presentarse de forma diferente a la descrita.
Sea cual sea el tipo de otitis, hay una regla de oro: evitar la entrada de agua en el oído.
Resumen
Debemos mantener los oídos limpios y secos, es conveniente una revisión antes de la época veraniega. Hay que evitar tocarse los oídos manualmente o con instrumento alguno.
Los tapones sólo sirven para las salpicaduras.
Diferenciamos oreja de oído, la oreja se puede retocar, lavar, etc. EL oído nunca. El cerumen es natural, no ha que volver a introducirlo, como ocurre al utilizar los bastoncillos higiénicos.
Evidentemente, se puede decir muchas más cosas sobre el tema, pero creo que sería complicarlo en demasía.
Espero que estas notas sirvan para que alguien evite una otitis este verano o este otoño-invierno que viene y así, poder disfrutarlo mejor.
Dr. Alfonso Aracil M.-Otorrinolaringólogo de H. General Universitario de Alicante.
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