
Hoy en día son muchos los que han oído hablar sobre esta enfermedad y no es de extrañar, ya que se trata de la segunda causa de perdida de dientes por detrás de la caries. La sociedad actual está ya muy concienciada sobre qué hacer ante la aparición de caries, pero quizá no tanto sobre que hacer ante lo que durante muchos años, de una forma popular, se ha conocido como “piorrea”.
La enfermedad periodontal abarca múltiples estadíos. Desde una gingivitis, que conlleva una simple inflamación de las encías, hasta la periodontitis, en la cual dicha inflamación va acompañada de la destrucción de los tejidos que rodean a los dientes. El curso de esta enfermedad, dependerá mucho de los hábitos de higiene que mantenga el paciente y dependiendo de su estado de avance, la realización de los tratamientos odontológicos pertinentes. Si la persona que sufre esta enfermedad no hace nada por detener su avance, el resultado en el tiempo será la perdida de múltiples piezas con todas las consecuencias que esto conlleva.
¿Qué signos nos dicen que algo va mal con respecto a nuestras encías?
El primer signo suele ser el sangrado y enrojecimiento de las encías, aunque es de vital importancia remarcar que este sangrado puede ser nulo o muy reducido en personas fumadoras, cosa que muy a su pesar, les hace despreocuparse.
Otro signo indicador de que la enfermedad ya está bien establecida es la migración de las encías con la consiguiente exposición de las raíces dentarias. El paciente tiene la sensación de unos dientes más largos y esto se debe a la pérdida del hueso que rodea a los dientes que hace que la encía, que se apoya en este, vaya bajando respectivamente. Ya en un estado muy avanzado, los dientes presentaran movilidad, pero incluso en esta situación, se puede llegar a hacer algo por mantener esos dientes. Otros signos que nos harán sospechar sobre la presencia de la enfermedad, serán la sensibilidad dentaria, el mal aliento o molestias al masticar.
¿Cuáles son los factores de riesgo?
Una mala higiene oral podría considerarse como el pilar base de esta enfermedad. La presencia de ciertas enfermedades como la diabetes o los tratamientos con algunos grupos de fármacos también pueden desencadenar la aparición de esta enfermedad y hábitos como el tabaquismo, los cambios hormonales o el estrés están ya más que demostrados como factores de riesgo.
¿En que consiste el tratamiento de la enfermedad periodontal?
En primer lugar, un correcto diagnostico será crucial para una buena planificación del tratamiento en cada paciente. Esto se realiza mediante un periodontograma, que consiste en la medición de la altura existente entre el borde de nuestras encías y el hueso que esta debajo, y comprende una serie de radiografías y el sondaje de cada uno de los dientes.
Tras ello y en caso de enfermedad, pasaremos a una fase desinflamatoria en la que como su propio nombre indica, se buscara erradicar esa inflamación, que de no hacerlo, se cronificaría y daría paso al establecimiento de la Periodontitis, la forma crónica de esta enfermedad que como ya se ha mencionado cursa con la perdida de las estructuras de soporte. Esta fase desinflamatoria, comprende desde una simple higiene hasta la realización de los famosos “curetajes” que consiste en la eliminación de la placa y sarro que se encuentran entre la encía y el diente, y puede ir unida a un tratamiento farmacológico. En casos más avanzados, puede ser necesario un abordaje quirúrgico, que nos asegure una correcta limpieza de los tejidos afectados. Por último y no por ello menos importante la fase de seguimiento vendrá comprendida por una serie de revisiones periódicas en las que el profesional, podrá detectar cualquier tipo de cambio o agudización en el avance de esta enfermedad y de esta manera, tratarlo a tiempo.
Dr. Alfredo Díaz-Valero Escalante – Odontólogo Col. 10117
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