
Las infecciones de piel y mucosas por hongos levaduriformes del género cándida son procesos de elevada incidencia que afectan a gran parte de la población en algún momento de su vida. La Cándida Albicans es la más frecuente y supone entre el 70 – 80% de los casos. Habita preferentemente en el tubo digestivo y en las mucosas oral, vaginal y zona perianal.
Entre los factores predisponentes a la infección por hongos (micosis) destacan:
- Tratamientos médicos con antibióticos, corticoides o anticonceptivos.
- Trabajo en medio húmedo. Humedad excesiva y prolongada.
- Obesidad. Alteraciones endocrinas y deficiencias nutricionales como la diabetes.
- Inmunodeficiencias.
- Gestación.
FORMAS CLÍNICAS MÁS FRECUENTES
- Intertrigo Candidiásico. En grandes pliegues (axila, zona inguinal, submamario, intergluteo, ombligo). Sobre todo, en mujeres. Suele ser debido a la oclusión y humedad.
- Onicomicosis Candidiásica. Uñas, manos y pies. Con mayor incidencia en personas que trabajan en medios húmedos, sobre todo con manos y pies. Camareros, amas de casa, enfermeros, deportistas –pie de atleta-…
- Candidiasis de las mucosas. Especialmente oral y vaginal. Muguet, queilitis, glositis, aftas, vaginitis y vulvovaginitis.
CONSEJOS SOBRE PREVENCIÓN
- Si se utiliza un antibiótico de forma prolongada, usar probióticos intestinales y de la flora íntima en la mujer.
- Evitar humedad prolongada.
- Ropa interior holgada y con materiales más naturales.
- Higiene adecuada. Secar bien las zonas de pliegues en la piel, cepillado correcto de dientes, colutorios…
- Adecuado control de azúcar en sangre.
TRATAMIENTO
El tratamiento correcto debe precederse en lo posible de la corrección de los factores predisponentes. Muchas veces los pacientes responden bien al uso de una terapia tópica local, pero otras veces precisan de usar la vía oral con distintos antimicóticos, para lo cual solo su médico o dermatólogo deben recomendar la mejor opción en cada caso.