
El eccema ótico es una lesión dermatológica inflamatoria que afecta al tejido del conducto auditivo externo y que se caracteriza por picor intenso y, frecuentemente, por descamación.
Entre las causas más frecuentes, destacan:
- Dermatitis seborreica.
- Acné.
- Psoriasis.
- Dermatitis de contacto.
- Hongos.
Suele ser un proceso crónico y recurrente. La sequedad cutánea, el enrojecimiento e inflamación de la piel provocarán un picor de oído intenso y el rascado violento, produciendo lesiones de diversa intensidad y posibles infecciones de la piel del conducto auditivo externo.
Ante esta situación nos tenemos que plantear una serie de actuaciones que pongan fin al tan desagradable picor de oídos:
- Extremar la higiene y limpieza del conducto y del pabellón auricular.
- Hidratación de la piel del conducto auditivo externo, sobre todo con aceites esenciales, como el extracto de aceite de oliva o romero o la mosqueta. Estos hidratantes tópicos calmarán el estrato córneo de la piel del conducto auditivo externo, disminuyendo la inflamación y mejorando el estado de la piel.
- Tratamiento tópico antinflamatorio con corticoides de baja potencia, siempre controlado por un médico por sus posibles efectos secundarios.
- Tratamiento médico con antibacterianos (antibióticos tópicos) o antifúngicos específicos, si esa fuera la causa o la consecuencia de un raspado que produjese la infección.