
En la provincia de Alicante, se estima que el porcentaje de población con edad igual o superior a 70 años aumente teniendo en cuenta algunos factores tales como: el importante crecimiento de la población en general que se está produciendo, la cada vez mayor esperanza de vida y el atractivo que ejerce nuestra provincia a la hora de pensar en un feliz retiro.
El problema viene después, cuando el “feliz retiro” se convierte poco a poco en un camino cada vez más difícil y pesado de recorrer. En muchos casos la familia debe intervenir, una nueva y nada agradable responsabilidad que aunque previsible, casi nunca estamos preparados para ella.Esta situación unida al deseo de una gran mayoría de nuestros mayores de seguir disfrutando de su hogar, y más cuando llegan esos momentos en los que uno cuenta con todo su tiempo para poder disfrutarlo, puede crear verdaderos conflictos familiares.
Actualmente hay una buena alternativa que puede suavizar en una gran medida estos problemas. El asistente domiciliario puede proporcionarnos una gran ayuda en esta importante tarea de cuidar a nuestros mayores. No estamos solos en esta gratificante, pero a veces complicada tarea.
Nuevas empresas están surgiendo ante esta importante demanda social. Un sector que garantiza la atención a los mayores dentro de los cauces esenciales de legalidad y profesionalidad. El hecho de que nuestros mayores decidan quedarse en su casa a pesar de sus limitaciones, ya no debe ser un problema para el resto de la familia.
Los ancianos tienen el derecho a elegir como plantearse su futuro, pero también pueden ser personas vulnerables que se ponen en manos de sus familiares y suelen ser éstos quienes, en la mayoría de los casos, determinan lo más conveniente para ellos mismos.Si buscamos la felicidad de nuestros mayores sin que ello conlleve un conflicto personal, ha algo esencial que debemos tener en cuenta: respetar su verdadero deseo. Es lo menos que podemos hacer en esa importante etapa. Quizá la más personal e íntima de sus vidas.
La asistencia domiciliaria supone una gran ayuda tanto en el ámbito personal como en el doméstico: cuidados personales, movilidad, compañía, estímulo personal, cocina, quehaceres del hogar, etc. Y lo más importante, una atención individualizada dirigida únicamente a bienestar de la persona. El profesional domiciliario es consciente de que su compañía y dedicada atención al anciano, hace que éste se sienta feliz y útil en su hogar.
Por otra parte, estas ayudas pueden ir más allá del propio hogar, van allí donde se puedan necesitar: hospitales, casa de vacaciones, hoteles, casas de familiares, etc. Ofreciendo una importante ayuda cuando se producen cambios de ubicación familiares en los que participan nuestros mayores.
El asistente domiciliario es una mano amiga para hacer que tu hogar siga siendo ese lugar único y especial.
Rosa Valcárcel-Directora de ASISMA.
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