
En la actualidad, las enfermedades cardiovasculares son uno de los problemas de salud más relevantes a nivel mundial.
Representan una alta e inquietante tasa de mortalidad y además ocasionan una importante morbilidad y deterioro evidente de la calidad de vida de quienes las padecen.
La enfermedad coronaria es un problema crónico que además del control de los factores de riesgo cardiovascular clásicos (tabaco, colesterol, hipertensión, diabetes, sedentarismo, sobrepeso-obesidad…), puede precisar distintas formas de tratamiento en distintos momentos de la evolución del proceso.
Se trata de una subespecialidad dentro de la cardiología dedicada al estudio anatómico y funcional del corazón mediante la introducción de catéteres finos a través de las arterias/venas del brazo o de la ingle, junto con la utilización de medios de contraste y fluoroscopia. De esta forma, permite el diagnóstico y tratamiento de la enfermedad aterosclerótica de las arterias que irrigan el corazón (coronarias), así como el estudio de patologías valvulares, cardiopatías congénitas o adquiridas del corazón y eventualmente corregirlas.
La coronariografía es la parte del cateterismo cuyo objetivo es el estudio del estado de las arterias coronarias. Éstas, pueden verse afectadas por la enfermedad aterosclerótica, disminuyendo su calibre (estenosis), lo que dificulta el paso de la sangre hacia el músculo cardíaco. Clínicamente esto se traduce en angina de pecho y en su grado máximo cuando la arteria se obstruye, infarto agudo de miocardio e incluso la muerte súbita. El procedimiento se realiza con el paciente bajo anestesia local en la zona de punción, por lo general a través de la muñeca arterial radial, para que la exploración resulte lo menos agresiva y dolorosa posible. A diferencia de la cirugía cardíaca, que requiere una herida y abrir el tórax para llegar al corazón, en los procedimientos intervencionistas se introduce un catéter (tubos de plástico muy finos, largos y flexibles), que siguiendo el trayecto de la arteria acceden al corazón y por esta vía se realiza el procedimiento diagnóstico y terapéutico.
La angioplastia coronaria transluminal percutánea (ACTP) consiste en la dilatación de las estrecheces (estenosis) localizadas en las coronarias, una vez realizado Tecnología médica el procedimiento diagnóstico. Permite reducir o suprimir las estrecheces u obstrucciones existentes en las arterias coronarias, dilatándolas desde su interior, devolviendo a la coronaria su calibre normal con el fin de mejorar el paso de la sangre hacia el músculo cardíaco. Dado la alta frecuencia de enfermedad aterosclerótica de las arterias coronarias, la angioplastia y el uso en más del 95% de los casos de stent (malla metálica expandible que se transportan hasta la lesión montadas en un balón), han revolucionado el mundo de la cardiología, siendo el procedimiento más frecuentemente realizado dentro del intervencionismo cardiológico. Se utiliza como alternativa al tratamiento quirúrgico (by-pass coronario) o al uso exclusivo de medicamentos.
Es una prueba bien tolerada por la inmensa mayoría de los pacientes. En más del 96% de los casos el procedimiento se realiza con éxito sin complicaciones y con alivio o desaparición de los síntomas. No obstante, como todo procedimiento invasivo, puede ocasionar complicaciones que son muy poco frecuentes y que dependen en gran medida de la gravedad del paciente al que se le realiza la prueba.
Desde el año 2000 se agregó a la superficie del stent una capa de medicamentos que evitan la cicatrización exagerada y reduce la reestenosis (nueva estrechez, pasado un tiempo, en el mismo sitio de la dilatación inicial). A partir del año 2010, el diseño de nuevos stents recubiertos de fármacos de segunda y tercera generación ha mejorado todavía más su diseño y utilidad, disminuyendo significativamente las posibles complicaciones. De este modo, la mayor ventaja radica en el hecho de que hoy en día se pueden hacer tratamientos de manera mínimamente invasivos con dispositivos que están mejorando cada día, con excelentes resultados, facilitando y acelerando la recuperación del enfermo tras la intervención, sin los inconvenientes asociados a otros procedimientos más agresivos, como la cirugía abierta.
Dr. Javier Pineda, Dr. Juan M. Ruiz – Servicio de Hemodinámica y Cardiología intervencionista. Clínica Vistahermosa de Alicante
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