
Las enfermedades posturales son una preocupación creciente en la sociedad contemporánea, en gran parte debido al estilo de vida sedentario y a las largas horas dedicadas al trabajo frente a los ordenadores y dispositivos móviles.
No sólo afectan a la calidad de vida de las personas, sino que también pueden desencadenar una variedad de trastornos musculoesqueléticos que requieren atención médica especializada.
Afectan a personas de todas las edades y se manifiestan de diversas formas, desde dolores musculares leves hasta condiciones crónicas incapacitantes.
Estas pueden provocar dolor de espalda, rigidez muscular, disminución de la flexibilidad, y en casos graves, deformidades físicas. Además, llegan a tener consecuencias emocionales y psicológicas y afectan en la vida diaria y el trabajo.
Los trastornos más comunes son:
- Cervicalgia
Dolor en la región cervical que suele estar asociado con malas posturas, movimientos repetitivos, estrés o lesiones traumáticas. Los síntomas incluyen rigidez, dolor irradiado a los hombros y brazos, y limitación en el movimiento del cuello. El diagnóstico se realiza mediante evaluación clínica, así como pruebas de imagen, y el tratamiento incluye fisioterapia, analgésicos, ejercicios de fortalecimiento y técnicas de relajación.
¿Cómo prevenirlo? Buena posición al dormir, evitando posturas boca abajo, y apoyar la cabeza al estar sentados durante un largo periodo.
- Dorsalgia
Dolor constante o intermitente en la región dorsal de la columna vertebral (parte alta de la espalda) que usualmente es causada por malas posturas, sobrecarga muscular o lesiones. Va acompañado de una limitación de los movimientos. El tratamiento consta de terapia física, analgésicos, ejercicios de estiramiento y corrección postural.
¿Cómo prevenirlo? Evitar usar zapatos de tacón y estar en la misma postura tiempo prolongado. Apostar por hacer estiramientos y ejercicio físico.
- Cifosis
Curvatura excesiva de la columna vertebral hacia adelante en la región torácica que provoca una postura encorvada. Puede ser congénita o adquirida, y se relaciona comúnmente con malas posturas, lesiones o espasmos musculares. Necesita de fisioterapia, ejercicios de fortalecimiento y en casos severos, cirugía correctiva.
¿Cómo prevenirlo? Mantener una buena postura, tanto sentado como de pie.
- Tortícolis
Contracción involuntaria de los músculos del cuello, congénita o adquirida, lo que resulta en una inclinación lateral o rotación de la cabeza. Está causada por malas posturas, debilidad muscular o enfermedades óseas. El tratamiento consta de fisioterapia, medicamentos relajantes musculares y ejercicios de estiramiento.
¿Cómo prevenirlo? Evitar malas posturas y fortalecer la musculatura.
- Epicondilitis (o codo de tenista)
Inflamación de los tendones del codo debido a movimientos repetitivos o sobrecarga. Los síntomas incluyen dolor en la parte externa del codo y debilidad en la mano y la muñeca. Se recomienda reposo, fisioterapia y/u ortesis (dispositivo para ayudar en la curación). En casos crónicos se realiza cirugía.
¿Cómo prevenirlo? Realizar calentamientos y estiramientos antes y después del ejercicio, y fortalecer los músculos de la zona.
Estas enfermedades posturales pueden ser debilitantes si no se tratan adecuadamente, por lo que es importante buscar tratamiento.
Dr. José Francisco Lizón
Traumatólogo especialista en columna vertebral
Hospital HLA San Carlos