
Los dolores de la región lumbar son, actualmente, uno de los problemas más habituales de la salud de los individuos de los países industrializados. A pesar de los avances en medicina, la frecuencia de las algias lumbares tanto agudas como crónicas, no disminuye. Por el contrario, los médicos que cuidan a pacientes en hospitales misioneros y otras instalaciones del tercer mundo señalan que los problemas crónicos de espalda no son comunes en absoluto. La inactividad y el reposo prolongado en cama no son frecuentes en este mundo. Y la actividad es una necesidad para todos excepto para los más enfermos.
Un estudio del año 1997 concluyo que entre el 50 – 80% de la población de los países desarrollados en algún momento de nuestra vida sufriremos estos dolores lumbares. El 40% de la población sufriremos dolor de espalda en algún momento del año en curso. Por ello el dolor de la zona lumbar se considera normal y solo entre 25 – 40% de personas con dolor de espalda buscarán asistencia sanitaria.
Por ello las dolencias de espalda son una de las causas más comunes de incapacidad laboral. Por lo tanto el gasto sanitario para estas dolencias es elevadísimo, por ejemplo, en los Estados Unidos el gasto sanitario para dolencias de espalda es el más alto, incluso por encima de otras patologías como el cáncer.
El dolor de espalda tiene unas características muy variables. Puede aparecer bruscamente o de manera progresiva y puede ser debido a situaciones conocidas: esfuerzos, traumatismos o aparecer sin razón aparente.
Las causas del dolor de espalda pueden ser englobarse en 3 grupos:
- Patología seria de la columna vertebral: fracturas, infecciones, cáncer, afectación medular, etc. y por lo general solo suponen menos de un 2% de todos los pacientes con dolor de espalda.
- Patología de la raíz nerviosa: supone menos de un 10% de todos los pacientes.
- Dolor de espalda simple, no específico o mecánico: este grupo supone alrededor del 90 % del total de pacientes.
El primer grupo requerirá atención médica especializada y los otros dos grupos se beneficiarán de un tratamiento fisioterápico activo. Estos dos grupos engloban al 98% de los pacientes de dolor lumbar y la mayoría estarán causados por alteraciones mecánicas de la columna lumbar, donde se engloban la mayoría de las lesiones discales (protrusiones, hernias y extrusiones).
El dolor mecánico en la columna lumbar aparece cuando se sitúa la articulación entre dos vértebras en una posición de tensión excesiva de los tejidos blandos circundantes, de manera prolongada o con movimientos repetidos. Para comprender la facilidad con la que se pueden producir ciertos dolores mecánicos bastará con realizar la siguiente practica sencilla.
Dóblese un dedo de la mano hacia tras con ayuda de la otra mano, hasta que sienta tirón. Al mantener el dedo en esa posición primeramente sentirá una molestia menor, pero conforme pase el tiempo esta molestia se convertirá en dolor. En algunos casos el dolor provocado por la tensión de los tejidos puede requerir hasta una hora para presentarse.
Esa tensión en los tejidos se producirá habitualmente en la espalda en posturas o movimientos con la columna lumbar en la posición de flexión, o sea, con la espalda redonda o relajada:
- Sentados en el sofá, en la silla del trabajo o en el coche.
- De pie encorvados hacia adelante realizando cualquier actividad con las rodillas rectas.
- Doblando la columna de pie hacia adelante de forma repetida, con o sin peso.
Estas posturas conducen con el tiempo a la perdida de la capacidad de extender la columna hacia atrás, incluso se puede llegar a tener una postura rígida en flexión, todos conocemos a alguna persona más o menos mayor en estas condiciones de postura.
Las características de una lumbalgia mecánica son variables:
En nuestros centros de fisioterapia, para el tratamiento de este tipo de lesiones, después del diagnóstico por parte del médico, realizamos una valoración individualizada de cada caso, teniendo en cuenta los síntomas que refiere el paciente, las pruebas médicas aportadas y realizando una exhaustiva exploración física para poder confirmar la presencia de origen mecánico del dolor y plantear el tratamiento correctivo.
El tratamiento mecánico se caracteriza por:
- Informar al paciente de cuál es su problema para que entienda lo que le pasa.
- El paciente tiene un papel activo importante en la terapia ya que deberá corregir su postura y realizar unos ejercicios, individualizados y con una progresión, de manera repetida durante el día, para corregir el problema mecánico.
- Para finalizar se le enseña al paciente un plan de mantenimiento para prevenir recaídas.
D. Macià Lledó Ronda Fisioterapeuta – Ctro. Fisioterapia especializada Fco. Lledó Clínica LLedó Fisioterapia.
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