
La alimentación influye directamente en el rendimiento de los deportistas, y ahí entra en juego el nutricionista deportivo, encargado de asegurar el consumo adecuado de nutrientes para maximizar los resultados.
Los objetivos son proporcionar la energía suficiente, reparar y fortalecer los tejidos, y mejorar el metabolismo. ¿Pero ello conlleva seguir una dieta estricta o eliminar radicalmente ciertos alimentos? Respondemos a las principales dudas:
¿Cómo afecta la alimentación al rendimiento deportivo?
La alimentación es clave, ya que nos proporciona la energía, nutrientes e hidratación necesarios para nuestro desempeño físico, a la vez que favorece la recuperación y prevención de lesiones.
De lo contrario, tendremos un cansancio prematuro, bajo rendimiento, mayor riesgo de lesiones, pérdida de masa muscular y fuerza, y un déficit de vitaminas y minerales, algo que afecta a la recuperación.
¿Hay alimentos prohibidos?
No, solamente hay que saber elegirlos y limitar algunos en la dieta diaria para evitar perjudicar la salud. La alimentación debe ser lo más natural y equilibrada posible, disfrutando puntualmente y sin remordimientos de opciones menos saludables.
Como en todo, la clave es la cantidad y frecuencia, especialmente si el objetivo es tener un estilo de vida saludable o mejorar el rendimiento deportivo.
¿Puedo comer carbohidratos?
La respuesta es sí; de hecho, debe. Son nuestra principal fuente de energía y cumplen funciones clave en el metabolismo, el rendimiento físico y el funcionamiento del cerebro. En vez de prohibirlos y demonizarlos, hay que aprender a elegirlos y utilizarlos para aprovecharnos de sus beneficios.
Lo importante es la calidad y cantidad, que dependerá de nuestro objetivo y nuestra salud, y saber diferenciar siempre entre carbohidratos complejos (los que aportan fibra y nutrientes: avena, arroz, legumbres…), y simples (los que no nos interesan: bollería industrial, azúcar de mesa, refrescos, zumos…).
Muy importante también es saber qué tipo de carbohidratos nos interesan más en cada momento (para tener más energía, como el dátil; para recuperación, como el plátano o crema de arroz; o durante un entrenamiento o competición, como suplementos), y cuáles nos sacian más aportándonos menos calorías (manzanas, cereales integrales, calabaza…).
¿Por qué son importantes las proteínas?
Son esenciales para el funcionamiento del cuerpo, ya que participan en muchos procesos fisiológicos: construir y reparar tejidos y células de nuestro organismo, y mantener funciones vitales. Ejemplos son el pescado blanco, el pavo, sepia, clara de huevo…, que, en correctas cantidades, sacian.
Así pues, al igual que los carbohidratos, debemos saber qué cantidad necesitamos para cada caso para no quedarnos cortos, porque provocaría debilidad y pérdida de masa muscular.
Por otro lado, al contrario que en los carbohidratos, lo más importante es la cantidad total diaria para cubrir nuestras necesidades proteicas, y no tanto en qué momento las ingerimos. Una ingesta insuficiente generaría disminución de masa muscular, pérdida de cabello, problemas de cicatrización, y debilitamiento del sistema inmunológico.
En definitiva, la dieta de un deportista debe basarse en la toma de nutrientes energéticos (carbohidratos y grasas buenas), fuentes de proteína, vitaminas y minerales, e hidratación adecuada, ya que esto determinará el éxito de los entrenamientos.
D. Juan Delgado
Asesoramiento Nutricional
Nutrición deportiva