La ansiedad es la manifestación de un estado emocional en el que el individuo se siente y describe como inquieto, nervioso, tenso o atemorizado por preocupaciones concretas o, quizá, indefinidas. Es una emoción que todos los seres humanos hemos experimentado a lo largo de nuestra vida.
Se padecerá a nivel psíquico, pero también a nivel corporal. Podríamos hablar de factores biológicos (genéticos, estructurales y bioquímicos), factores psicológicos y factores sociales.
Entre los factores psicosociales podríamos resumir en grandes términos los referentes a temas como “salud”, “dinero” y “amor”. Lo relacionado con cada uno de estos tres aspectos puede dar lugar a los cuadros más frecuentes de ansiedad.
Entre los síntomas más destacables podríamos describir:
- Sensación de aprensión, temor difuso, miedo…incluso pánico.
- Insomnio, dificultad de atención y concentración, alteración de la memoria.
- Palpitaciones, hipertensión, sudoración, sequedad de boca, disnea, poliuria, diarrea…
Entre los trastornos de ansiedad podríamos distinguir distintos tipos:
- Fobia específica.
- Trastornos por estrés agudo o postraumático.
- Trastorno de ansiedad generalizada.
- Fobia social.
- Trastornos de angustia.
En cuanto al tratamiento, según la etiología y la evolución, distinguiríamos entre un tratamiento psicológico con técnicas de terapia conductual y un tratamiento médico que incluye una batería de fármacos como son los ansiolíticos, antidepresivos, psicofármacos…de uso exclusivo médico.