Desde hace un tiempo la palabra “resiliencia” comenzó a popularizarse en diferentes ámbitos y su uso se ha extendido considerablemente desde que se inició el estado de alarma.
Actualmente con la desescalada, nos encontramos ante una situación en la que hay emerger como seres humanos y mirar al futuro con valentía, en este contexto, la resiliencia será fundamental para convertir los cambios en nuevas oportunidades.
Resiliencia es “La capacidad de adaptación de un ser vivo frente a un agente perturbador o un estado o situación adversos”, un concepto que se adecúa perfectamente al momento que vivimos, debido a que hemos tenido que adaptarnos a los cambios que han ido surgiendo, incluso llegando a crecernos ante ellos.
Las personas resilientes tienen un gran autoconocimiento y confianza en sí mismas, se caracterizan por tener una visión de la realidad optimista, utilizando las dificultades a su favor, como una oportunidad para aprender.
La resiliencia no es una cualidad innata, se puede trabajar y desarrollar partiendo de una situación de vulnerabilidad y de esta manera hacer que surjan las fortalezas que nos ayudarán a afrontar el futuro.
¿Cómo trabajar la resiliencia?
- Aceptando la realidad y el cambio, comprendiendo el momento que estamos viviendo. Aunque no podamos cambiar los aspectos negativos, centrarnos en potenciar los positivos.
- Realizando un trabajo de introspección e identificando los pensamientos negativos que nos impidan seguir adelante.
- Buscando soluciones a nuestros problemas, mirándolos como si fuesen un reto aumentará la seguridad en nosotros mismos, para ello, nos tomaremos el tiempo necesario, siendo conscientes de lo que podemos exigirnos y no caer en la frustración.
- Manteniendo nuestra motivación y una actitud optimista. No desalentarnos por no conseguir todo lo que nos proponemos, es importante mantener una actitud positiva en todo momento y seguir intentando acercarnos a nuestros objetivos.
ASSSA Seguros de Salud