
Desde los inicios de la historia, uno de los objetivos buscados por el ser humano ha sido conservar los alimentos el mayor tiempo posible, de ahí nacieron las primeras técnicas desarrolladas para la conservación de alimentos: ahumado, salazón, escabeche, etc. Hoy en día en la industria agroalimentaria éste no es el único objetivo, con un mercado cada vez más exigente, se busca ofrecer un producto con las mejores características organolépticas, propiedades nutricionales y a poder ser, que nos abastezca durante todo el año, lo que ha llevado a potenciar el mercado de los aditivos alimentarios.
¿Qué son los aditivos?
Los aditivos son unas sustancias que normalmente no se consumen como alimento en sí, y que se adicionan intencionadamente al alimento con fines tecnológicos. Su origen puede ser sintético o natural, derivado de productos de origen vegetal, animal o mineral, y su clasificación hace referencia a la función tecnológica a la que responden; colorantes, conservantes, edulcorantes, antioxidantes, espesantes, entre otros.
¿Cómo se regula el uso de aditivos?
La Comisión Europea regula bajo el reglamento 1333/2008 el uso de aditivos en los productos agroalimentarios, la autorización se rige bajo tres requisitos fundamentales:
Ser seguros, sobre la base de pruebas científicas disponibles y verificando que el nivel de uso propuesto no plantea problemas de seguridad para la salud del consumidor. Precisamente, es la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) la que se encarga de hacer el estudio teniendo en cuenta:
- Identificación del compuesto.
- Proceso de fabricación; extracción o síntesis.
- Uso propuesto, cantidad en los alimentos propuestos, así como otras posibilidades de uso.
- Datos toxicológicos, absorción, metabolismo, excreción, genotoxicidad, carcinogenicidad, entre otros.
- Evaluación exposición, teniendo en cuenta diferentes escenarios para todos los grupos poblacionales de la Unión Europea.
- Responder a una necesidad tecnológica, que no puede ser satisfecha por otros medios económicamente y tecnológicamente viables.
- No inducir a error al consumidor, aportándole un beneficio. Los aditivos deben aparecer en la lista de ingredientes de los productos, se codifican mediante la letra E seguida de un código, colorantes (E-1XX), conservantes (E-2XX), antioxidantes (E-3XX), edulcorantes (E-4XX). En ciertos productos, aunque la tendencia está decreciendo, podemos encontrar la mención “puede tener efectos negativos sobre la actividad y la atención de niños”, por exigencia del reglamento 1333/2008 en los casos en los cuales se ha usado los colorantes E-110; E-104; E-122; E-129; E102 y E124.
¿Existe riesgo para la salud del consumidor por el consumo de los mismos?
Actualmente, hay 387 aditivos autorizados en la Unión Europea, cada uno de ellos ha sido evaluado y propuesto un nivel limite que permite preservar la salud del consumidor, incluso en los casos de mayor riesgo de exposición. Además, dado que el objetivo tanto de las autoridades como la propia industria agroalimentaria es proteger y garantizar la seguridad alimentaria, se realizan controles para comprobar que los límites son respetados. Los controles consisten en análisis llevados a cabo tanto por laboratorios públicos como privados, que permiten determinar que la cantidad de aditivo en cuestión respeta los valores legislados en el producto final.
¿Qué pasa si un producto no respeta la reglamentación?
Si el valor encontrado está por encima del límite reglamentado y el producto no ha llegado al mercado, la partida no debe comercializarse y debe ser destruida. Si, por el contrario, el producto se encuentra en el mercado, existe un procedimiento de Alerta Rápida Seguridad Alimentos y Alimentación animal (RASFF) implantado por la Comisión Europea, el mismo debe ser retirado del mercado de forma inmediata, además, se notifica la alerta para darle la máxima difusión y así proteger la salud del consumidor. En conclusión, tanto la Unión Europea como la Industria Agroalimentaria ponen los medios necesarios para proteger la salud del consumidor, no solo con el control de aditivos adicionados en los alimentos, sino igualmente de las sustancias indeseables que de forma inevitable podrían llegar a contaminar el alimento.
Amanda Ramírez-Responsable de Desarrollo en España. Laboratorio de análisis Phytocontrol
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