El pie de atleta es una infección de los pies (uno o ambos) producida por hongos saprofitos cuya alimentación es la queratina de la epidermis, muy abundante en los pies; por eso crecen en extensión buscando alimento.
Esta infección puede desarrollarse por hongos ya presentes en los pies o por contagio de otras personas. Sus síntomas no aparecen todos al mismo tiempo. Comienza con sudoración, mal olor, pies macerados, dolores y grietas. Más tarde se añaden prurito (picor), hiperhidrosis, descamación aunque las alteraciones suelen empezar entre los dedos, también puede extenderse a las uñas y al resto del pie.
Los factores básicos que predisponen a padecer esta infección son el calor y la humedad. Por ello, es en verano cuando más incidencia hay. Para evitarla, lo más importante es la prevención:
- Conservar los pies secos, evitar el sudor.
- Secar perfectamente los pies después del baño.
- Cambiar las toallas frecuentemente y lavarlas en agua caliente.
- No compartir toallas ni vestidos. En las piscinas y duchas públicas, utilizar sandalias de baño entre el vestuario y el agua.
- Evitar caminar descalzo por alfombra y moquetas.
- Procurar usar calzado transpirables de piel o materiales naturales.
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