De nuestro cerebro dependen muchas cosas y su cuidado, por tanto, nos va a beneficiar tanto en lo que se refiere a nuestra felicidad personal como a nuestro desempeño del trabajo. Todo funciona como una unidad.
Cuando algo va mal en nuestras vidas contamina a aquellos aspectos que en principio no van mal. Si tantas cosas dependen de nuestros cerebros y es posible mejorar su funcionamiento, lo lógico es que le prestemos atención y lo cuidemos como hacemos con aquello que nos importa porque le damos valor, sea el coche o la presencia física.
Para ello, se sugiere.
1. Una buena alimentación en la que predomine el equilibrio y que incluya antioxidantes y vitaminas.
2. Mantener una buena actividad mental que es beneficiosa no solo para el día a día sino que además se ha visto que tiene cierto valor preventivo en la enfermedad de Alzheimer que es una espada de Damocles a la que estaremos muchos de nosotros expuestos en nuestra vejez.
3. Mantener un buen equilibrio físico practicando deporte cumpliendo el viejo adagio “mens sana incorpore sano”.
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